Puente transbordador Bizkaia/ Vizcaya
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1888-1893. 1937
PUENTE|ACERO
PAíS VASCO | VIZCAYA | GRAN BILBAO
El puente Bizkaia o Vizcaya fue proyectado en 1888 por Martín Alberto de Palacio Elissagüe (1856-1939), conjuntamente con el ingeniero francés Ferdinand Arnodin, quien había patentado la idea del puente trasbordador un año antes. Palacio se licenció en arquitectura en Barcelona en 1882, viajando después a Francia donde se interesó por la construcción metálica y conoció a Gustave Eiffel y otros ingenieros dedicados a ella. También construyó importantes obras metálicas en edificios y otras de carácter más industrial en Madrid y en Vizcaya.
El puente Bizkaia es una estructura con un vano central colgado de 164 m de luz, con una altura libre para la navegación de 45 m. Inicialmente, el vano estaba colgado por medio de péndolas en su parte central y atirantado en los extremos. El cable se soporta en dos torres metálicas de celosía atirantadas desde sus cabezas, con fiadores laterales a media altura anclados a 60 m del puente.
Las torres roblonadas están formadas por dos elementos laterales arriostrados a tres niveles, el intermedio es un dintel y los extremos superior e inferior tienen forma de arco. El arco inferior es algo apuntado, mientras el superior tiene dos protuberancias en los arranques, de inspiración visigótica, que constituyen las únicas concesiones historicistas del puente.
La construcción del puente Vizcaya fue lenta y conflictiva. Las obras se iniciaron en agosto de 1890 pero enseguida se manifestaron discrepancias entre el arquitecto Palacio y el ingeniero Arnodin. Palacio, que había nacido a la orilla de la ría en el propio Portugalete, entendía el puente como un proyecto personal e introducía nuevas ideas y constantes modificaciones: llegó a proponer la instalación de cafés o restaurantes, una pasarela superior y ascensores, anticipándose en más de un siglo a las determinaciones que han presidido la última intervención.
Arnodin, por el contrario, lo entendía como una obra funcional de la máxima simplicidad. Los inversores veían que el presupuesto aumentaba y la obra se retrasaba, aproximándose a los límites de plazo habilitados por la concesión pero, sobre todo, no entendían las diferencias entre el director de la obra y el constructor francés.
El puente Vizcaya fue el primero del tipo trasbordador, por lo que sus detalles se fueron definiendo sobre la marcha, con acusaciones mutuas entre ambos técnicos. Palacios reprochaba lentitud al francés y Arnodin culpabilizaba a Palacios por la gran cantidad de cambios que quería introducir. De hecho, Gustave Eiffel tuvo que terciar (cobrando una sustanciosa cantidad por su dictamen) en la polémica que retrasó e incluso puso en peligro su construcción, finalizada en 1893.
La noche del 15 al 16 de junio de 1937, ante la inminente llegada de los nacionales, un batallón de ingenieros militares del Ejército del Norte voló los anclajes de la margen derecha. La viga superior, desprovista de sus cables de sustentación, cayó a la ría arrastrando el carro superior de desplazamiento, la barquilla y la maquinaria.
El puente fue reconstruido después de la guerra por el Ingeniero de Caminos José Juan-Aracil, con un proyecto que introducía bastantes cambios sobre el proyecto original. El más importante fue la eliminación de los tirantes de los extremos de la luz en el vano principal, que el autor justificaba por la dificultad que suponía la indeterminación de la actuación conjunta de péndolas y tirantes, Sin embargo, y como el propio Juan-Aracil reconocía, eso le obligó a aumentar la inercia de la viga, pasando de dos a tres metros de canto.
Con eso se alteró el diseño de la celosía principal, que pasó de un sistema roblonado de cruces de San Andrés con tensores rotulados y bielas de fundición, a una celosía Warren de malla ancha. Juan-Aracil también cambió la barquilla, el carretón superior, el sistema de suspensión del carretón y el sistema de continuidad del cable. No es fácil saber si el puente ganó con los cambios, pero sus dimensiones y simplicidad pueden con cualquier solución.
La obra está catalogada desde 1984 como Monumento Histórico Artístico y a finales de los 1990 fue sometido a una extensa rehabilitación, inaugurada en Julio de 1999. En los 5 años siguientes, ha recibido más de 260.000 visitas de 75 países, revelándose como un foco turístico importante. Algunos medios lo presentan como el segundo monumento vizcaíno en número de visitas, detrás del Museo Guggenheim.
FMA
Aguiló, Miguel; 2009. La ligereza de las pasarelas españolas. ACS, Madrid, p.73.
ARABASF; v. f.; Expedientes de obras públicas censuradas por la Comisión de Arquitectura, Señorío de Vizcaya. Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sign. 2-31-10, p. 37.
Fernández Troyano, Leonardo. 1986. La Obra Pública Patrimonio Cultural: Esquema histórico de los puentes españoles; Panel 20. Comisión de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, Madrid. p.72
Juan-Aracil Segura, José; 1941. El puente Vizcaya. Revista de Obras Públicas, Vol. 89 (2716): 324-325.
Muy relevante |
Muy alto interés |
Muy alto referente en la memoria colectiva |
Muy singular |
Conservada según proyecto original |
Impulsor de la atmósfera del lugar |