Descripción:

La línea de Madrid a Vigo, por Medina y Orense, salva el valle de Redondela con una gran estructura, conocida como viaducto de Redondela o viaducto Madrid (1872). La ubicación fue decidida muy pronto, en el primer trazado de la línea realizado por Francisco Javier Boguerín en 1860, y forzando la pendiente durante 4 km hasta las 17 milésimas para evitar una altura excesiva.

El proyecto de la estructura fue realizado en 1872 por la compañía francesa Fives Lille, con pilas metálicas sobre basamentos de fábrica para los vanos principales, aunque luego se construyó con pilas de fábrica. El tramo principal está formado por una viga metálica continua en celosía múltiple de tercer orden, con cinco vanos de 51 m de luz enmarcados en dos pilas estribo, más dos tramos de acceso realizados con bóvedas de medio cañón de 10 m de luz, que proporcionan una longitud total de 256 m. El montaje se realizó por empuje de los tramos previamente construidos sobre los accesos. Los elementos diagonales de la celosía están formados por chapas de palastro vinculadas a dos angulares en L mediante roblones, unidas de manera alterna a cada lado del alma de las cabezas en T. Su papel está suplementado por los montantes, que reciben directamente las cargas de las viguetas del piso y las trasmiten a los cordones superior e inferior. En origen eran perfiles en doble T, formados por dos cabezas y alma unidas por roblones, que luego se reforzaron en su tercio inferior por vigas de canto variable colocadas hacia 1920, para atender el incremento de las sobrecargas.

El viaducto estaba fuera de servicio, con síntomas de corrosión en muchos de sus elementos, por lo que ha sido recientemente restaurado por Carlos Nárdiz y Miguel A. Cañadas en un dilatado proceso desde estudios previos a realización de los trabajos de más de cinco años, finalizado en 2002.

Muy cerca del viaducto Madrid está el viaducto Vello o de Pontevedra (Carderera, 1881), formado por tres vanos metálicos de 46+56,75+46 m de luz, apoyados sobre pilas metálicas colocadas a su vez sobre basamentos de fábrica, con unos largos accesos de bóvedas y muros de piedra. Esta colocado encima de la ciudad y sigue dando paso al tráfico ferroviario.

FMA

Bibliografía:

Aguiló, Miguel; 2007. El carácter de los puentes españoles. ACS, Madrid, p.201

Alvarado Blanco, Segundo; Durán Fuentes, Manuel; Nárdiz Ortiz, Carlos; 1990. Puentes históricos de Galicia. Colegio de Ingenieros de Caminos, Galicia. 2º ed.

Revista de Obras Públicas, 1897, 44, tomo I (1119): 205-206

Revista de Obras Públicas, 2002, 149 (3428): 27-37

Valoración: