Descripción:

El morro de Torrevieja abriga al puerto surgido para dar embarque al producto de las salinas de Torrevieja y Santa Pola. Impulsado primeramente por la vecina localidad de Orihuela, situada en el interior, en 1770 consiguió superar la oposición de Alicante, para el cual siempre supuso una posible competencia, y construyó un pequeño embarcadero pronto cegado por las arenas y, en 1777, el primer proyecto de las Eras de la Sal, con un muelle de precioso diseño ilustrado, ubicado en un promontorio rocoso en las inmediaciones de la primitiva torre de defensa que da nombre a la ciudad y terminado en punta de diamante.

 A mediados del siglo XVIII se construyó en la costa alicantina un interesante muelle cargadero para dar servicio a las salinas de La Mata y Torrevieja. Tras un pequeño embarcadero pronto inutilizado por aterramiento, en 1777 se construyó el primer muelle para embarcar la sal. El muelle, de claro diseño ilustrado, arranca de una amplia explanada rectangular utilizada como almacén, con una forma trapecial, a la cual se adosa un tramo recto rectangular y un morro en diamante.

En 1820, el núcleo de Torrevieja, constituido por las familias dedicadas a la explotación de las salinas, se segrega de Orihuela, aunque no conseguiría un verdadero término municipal hasta 1957, y progresa económicamente hasta su total destrucción por el terremoto de 21 de marzo de 1829.

El proyecto de reconstrucción de Torrevieja y los demás pueblos afectados corrió a cargo del ingeniero de caminos José Agustín de Larramendi (1769-1848), quien había realizado un extenso informe sobre los daños del terremoto.

Sus proyectos de reconstrucción de los núcleos de Torrevieja, Benejúzar, Rojales, Guardamar y Almoradí son un excelente ejemplo de ingeniería ilustrada, donde propone unas plantas muy regulares con plaza central, así como las normas a seguir para su reconstrucción. Criticado por no incluir en los presupuestos las obras de las nuevas iglesias, respondió que «Habiendo pueblo habrá iglesia, más si lo que debe gastarse en la ejecución del pueblo se gastase en iglesia, podría suceder que con el tiempo no hubiese ni lo uno ni lo otro».

Sin embargo, presiones oficiales le obligaron a proponer un nuevo Torrevieja con menos viviendas que las existentes antes del terremoto, «porque no son necesarias más para la explotación de las salinas». En el plano de Larramendi se puede observar la reducción del núcleo y la posición diagonal del muelle de las Eras de la Sal con relación al caserío.

El tiempo demostró la inutilidad de esa restricción con la imparable prosperidad del pueblo y el antiguo muelle fue completado en 1841 con otro situado más hacia levante.

Para facilitar la carga de la sal directamente a los barcos, en 1898 se construyó encima del muelle un caballete de carga de madera de 6 m de altura provisto de tolvas.

El caballete, como se conoció popularmente a la estructura, debía haber sido construido en hierro, pero el arrendatario eligió la madera por razones de economía. El anterior sistema de carga a mano sobre vagonetas, luego empujadas por los operarios hasta el muelle, donde eran descargadas nuevamente a mano sobre barcazas, suponía un penoso esfuerzo. Con la nueva estructura, fue sustituido por uno más eficiente con empleo de vagones arrastrados por caballerías o locomotoras de vapor, cargados en el almacén por medio de tolvas y vaciados de modo similar en las barcazas. El caballete aguantó en pie hasta 1959, cuando son clausuradas las eras y entran en servicio las nuevas instalaciones del muelle de poniente, exclusivamente dedicado al transporte de la sal.

En 1997 se decidió recuperar la estructura y rehabilitar el muelle y las eras con un excelente proyecto del Ingeniero de caminos Vicente Esteban Chapapría.

FMA

Bibliografía:

Aguiló Alonso, Miguel. 2004. Al abrigo de los puertos españoles. ACS, p.252, 254.

Domínguez López, Carlos; Sáenz Ridruejo, Fernando; 1999. José Agustín de Larramendi. Primer ingeniero de caminos, canales y puertos. Colegio de Ingenieros de Caminos del País Vasco, Bilbao: 117.

Esteban Chapapría, Vicent; 2001. La restauración de los muelles de las eras de la sal en Torrevieja. Obra Pública, 56, vol. II (2001): 82-89.

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