Descripción:

En Alcoy hay un importante foso determinado por la confluencia de los ríos Barcher y Molinar que genera la necesidad de grandes viaductos para entrar en la ciudad y comunicar sus distintos barrios. En Alcoy todos los puentes son considerados como viaductos por su altura y tamaño, pero no parecen formar una unidad sino que adquieren relevancia individualmente.

Este puente es uno de los primeros grandes puentes sobre el foso, con 250 m de longitud a 53 m de altura sobre el fondo del cauce, construido en 1903 por el ingeniero Próspero Lafarga. Estudió tres alternativas, un arco metálico rebajado de 100 m de luz con vanos laterales rectos de 30 y 16 m, tres vanos isostáticos de celosía fina con un vano central de 80 y dos laterales de 40 m, y una tercera solución de cuatro tramos continuos de 36, 44, 44 y 36 m de luz. Los estudios demostraron que la viga continua -que fue la solución finalmente realizada- era más económica que las biapoyadas, y ambas más baratas que el arco.

Lafarga era consciente de las dificultades de lanzamiento de los tramos metálicos y de los muchos accidentes ocurridos hasta entonces. En tramos de luces superiores a 40 m había que tener en cuenta de los esfuerzos a que se obliga a trabajar el metal, y tomar medidas especiales que eviten la rotura del tramo o su desorganización molecular, perjudicando para el porvenir su estabilidad y duración.

Una vez terminada la obra, explicó en detalle el procedimiento empleado en el Viaducto de Alcoy, para lanzar los tramos a 50 m de altura. Calculó la diferencia entre los momentos que sufriría la sección de apoyo en la segunda pila en el lanzamiento y en la situación definitiva, que se acerca a un máximo del doble. Eso obliga a reforzar las secciones en determinados puntos, aunque se puede tener en cuenta una mayor carga de trabajo por tratarse de situaciones provisionales. El ingeniero francés Resal admitía pasar de 9 kg/mm2 a 12 kg/mm2, aunque estimaba que se deben tomar precauciones especiales contra el viento, el cual puede llegar a producir momentos de doce veces los de servicio, y que ocasionaron algún accidente como el del puente francés de Tardes.

Para reducir estos efectos se puede utilizar una ménsula de lanzamiento (un avant-bec), que en Alcoy tenía 8 m, aunque dio problemas por una conexión defectuosa con la estructura. El director de obra decidió eliminarlo y reforzar la estructura del último tramo para el montaje. El movimiento del tramo se hacía por medio de cables y cabrestantes, pero se demostró muy peligroso. Luego se consiguió actuando sobre las parejas de rodillos apoyados en balancines sobre cada pila, por medio de una palanca que se acciona desde el piso superior de los tramos, y que se hace solidaria a los ejes por medio de un trinquete o carraca. Realizado el lanzamiento, se retiraron los rodillos oscilantes por medio de gatos, y se sustituyeron por los apoyos definitivos.

FMA

Bibliografía:

Aguilar Civera, Inmaculada; Aguiló Alonso, Miguel. Guía de puentes de la provincia de Alicante. Generalitat Valenciana. 2012. Ficha 44. p. 150-151.

Aguiló, Miguel; 2007. El carácter de los puentes españoles. ACS, Madrid, p. 359. 

Lafarga, Próspero; 1902. Viaducto de Alcoy sobre el río Molinar. Revista de Obras Públicas. 1902, 50, tomo I: 111-114. Reimpreso en 2002, (3419): 63-69. 

Lafarga Navarro, Próspero; 1906. Lanzamiento de puentes metálicos. Revista de Obras Públicas, 1906, 54, tomo I (1631): 625-630:625.

Valoración: