Descripción:

El río Guadalevín era cruzado por el llamado puente romano, con un arco de unos 12 metros de luz. Aguas abajo, está el Puente Viejo, de construcción árabe con un sólo arco de 10 metros de luz, pero más alto que el anterior. En 1737 se construyó más aguas abajo un nuevo puente, de 35 m de luz a una altura de 100 m, directamente estribado en las laderas que se hundió a los pocos años.

El puente nuevo de Ronda se comenzó poco después y fue dirigido por el arquitecto José Martín de Aldehuela, que murió estrellado en las rocas tras romperse el torno que hacía descender el aparato en el cual examinaba las obras. El arco tiene una luz de 14 m, la altura del puente es de 48 m y debajo de éste hay otro arco de 24 m de altura que está sobre una cortadura de 33 m. El Puente Nuevo tuvo gran trascendencia en el desarrollo de Ronda, y también se adueñó completamente de su imagen. Es un mal ejemplo de solución estructural, con exceso de material y de muy cara construcción pero, quizás por eso o a pesar de ello, ha disfrutado de gran reconocimiento. Permitió superar definitivamente el tajo del Guadalevín el cual, aún siendo la razón primordial del emplazamiento de la ciudad, actuó como freno a su crecimiento durante mucho tiempo. Las cornisas del tajo constituyen el principal recurso paisajístico de la ciudad, que las revaloriza. El puente centra el sitio, y ordena la ciudad y las cornisas en torno suyo, erigiéndose en verdadero protagonista del lugar.

FMA

Bibliografía:

Aguiló, Miguel; 2007. El carácter de los puentes españoles. ACS, Madrid, p.23. 

Valoración: