Puente de San Martín


siglo XIV

PUENTE|PIEDRA
CASTILLA-LA MANCHA | TOLEDO | VEGA DE TOLEDO



Descripción:

Desde un punto de vista tecnológico, el puente de San Martín tiene una gran importancia por su gran luz, próxima a los 40 m y no superada por ningún otro puente español hasta el siglo XIX. Pero su fábrica está tan maclada con las murallas y la ciudad de Toledo, que es inexcusable estudiarlo como parte de la ciudad. La configuración morfológica del río y la posición relativa de la ciudad respecto a él aportan sustanciales cualidades de su carácter.

Situado en el otro extremo del Torno fue edificado en el siglo XIV, en sustitución de un puente de barcas en el paraje del Baño de la Cava arrastrado por el río, probablemente en la misma riada de 1257 que averió el puente de Alcántara. Un documento de 1301 habla de destinar recursos para su construcción, aunque la fecha de su construcción todavía es incierta.

Tiene cinco arcos, y el central alcanza la prodigiosa luz de 39 m, la mayor de España durante muchos años. Los arcos de la margen derecha son de 11,4 m y los de la izquierda de 16,3 m de luz. Tres de sus pilas se prolongan hasta el tablero, formando refugios para los transeúntes. Los extremos están defendidos por torreones, el de la ciudad es del siglo XVI y tiene las armas de Toledo esculpidas en granito, con dos reyes sentados en sus tronos a ambos lados. El otro torreón, más importante, es de la época del puente, con planta hexagonal coronada de almenas y tres bóvedas en su interior con arcos ojivales y de herradura. Encima del primero hay una estatua de San Julián, con una lápida que dice que los toledanos edificaron un puente en sustitución de otro destruido en 1203, y otra donde dice que el puente se reedificó y ornamentó en 1640.

Quizás por su gran altura no haya sufrido tanto como el otro los rigores de las crecidas, pero en 1368 fue desmontado un arco para impedir la entrada en la ciudad de los partidarios de Enrique de Trastamara. El paso se realizó con un andamiaje provisional de tablas hasta su reconstrucción por el arzobispo Pedro Tenorio a finales del XIV. La obra está fortificada con torres en ambas orillas, la de la izquierda es probablemente del siglo XIV o XV, mientras que la derecha se construyó en 1690 -donde está la ciudad- apoyándose en la antigua alcazaba y en un machón. Sobre ella se construyeron dos habitaciones defendidas por matacanes y un balconcillo hacia la ciudad. En esa misma intervención se reparó el solado del puente y, de manera muy poco afortunada, se añadieron pasamanos y bolas de piedra sobre los pretiles y ensanches de las pilas. La esbelta y delicada fábrica de los antiguos pretiles se ve así rematada por una especie de albarda más ancha que resulta torpe y fuera de lugar, al igual que las sempiternas bolas de granito y los canecillos de la torre. Cierto es que ese estupendo puente lo aguanta casi todo.

FMA

 

Bibliografía:

Aguiló, Miguel; 2007. El carácter de los puentes españoles. ACS, Madrid, p.101, 354-355 .

Porres Martín-Cleto, Julio; 2003. Los puentes medievales de Toledo. En: Santos García, Florentino; Sáenz Ridruejo, Clemente (dirs.); Aguiló, Miguel; (ed.); Ingeniería Hispano Musulmana. XII curso de verano de Ingeniería Civil, Toledo, 8 al 15 de julio de 2002. Colegio de Ingenieros de Caminos, Madrid - Fundación Ingeniería y Sociedad, Madrid - Universidad de Castilla-La Mancha:291.

Valoración:


Muy relevante

Medio interés

Muy alto referente en la memoria colectiva

Singular

Conserva vestigios de distintos periodos

Impulsor de la atmósfera del lugar