Puente de Pino/ Requejo


1914

PUENTE|ACERO
CASTILLA Y LEóN | ZAMORA | SAYAGO



Descripción:

Uno de los ejemplos más sobresalientes de los puentes españoles de cualquier tipo, material y época es, precisamente, el arco metálico de tablero superior utilizado por José Eugenio Ribera para el puente de Pino sobre el Duero.

El puente siempre se denominó puente de Pino, pero a instancia de varios ayuntamientos se le cambió el nombre por Real Orden de 4 de octubre, por el de viaducto Requejo, denominación que no hizo fortuna.

Concepción: Antes de realizar el proyecto, encargado por la administración, Ribera hizo un estudio comparativo de los principales tipos de puentes que podían encajar en el sitio. Primero razona que, en un país como España donde faltan muchos puentes de importancia y hay escasez de presupuestos, los ingenieros deben tantear -ya que no estudiar- muchas soluciones. Pues, un año de trabajo de ingeniero vale 10.000 ptas y puede ahorrar muchos cientos de miles. El presupuesto de las soluciones que estudió variaba entre 300.000 y 1.700.000 ptas (de 1 a 6), enorme diferencia que basta para demostrar esa necesidad. Luego incide sobre los materiales, y recomienda reducir todo lo posible la importancia de las obras de fábrica, que es lo que más encarece el presupuesto. Propone también sustituir las sillerías y mamposterías concertadas por hormigones y mamposterías ordinarias. Razona que si se emplea cemento Portland, la resistencia es igual y el aspecto de los apoyos no pierde tampoco nada, pues no se aprecian detalles en obras de esta clase.  Insiste después en que la solución de arcos de mucha flecha empleados por Eiffel es viciosa y mucho más cara que los arcos de pequeña flecha que permiten el empleo de pequeños tramos para el tablero. Sin embargo, cree que los arcos triarticulados resultan más baratos que los empotrados, a pesar de las opiniones de eminentes ingenieros que no se tomaron, como yo, la molestia de calcular con detalle dos arcos de igual luz y de cada tipo. 

El arco utilizado para el puente del Duero tiene 120 m de luz y está rebajado en proporción 1/5. La forma del arco es parabólica, con los arranques situados en puntos altos de las laderas, pues la rasante horizontal del tablero está a 90 m de altura sobre el nivel medio del río. A ambos lados del arco central Ribera dispuso palizadas en vez de arcos de piedra para conseguir mayor economía, sobre las cuales prolongó el tablero con idéntica sección que sobre el arco. Las palizadas estaban dimensionadas de manera excesivamente estricta, por lo que fue necesario añadir una serie de piezas durante el montaje, cuyo peso total fue de 54 t. Los estribos y las cimentaciones son de hormigón. Lateralmente, el arco y las palizadas incorporan un talud de 1/12 para equilibrar parcialmente los esfuerzos del viento. La flecha vertical máxima en las pruebas de carga fue de 2 cm, y la deformación horizontal debida a la temperatura es de unos 2 cm, tanto en un lado como en otro, pues el puente está orientado norte - sur.

Montaje. El puente del Pino, descrito por Ribera en su libro Estudio sobre los grandes viaductos, se montó en voladizo, dado que el tablero está situado a 90 m sobre el nivel del río. Se comenzó por las palizadas de tierra (desde el apoyo del arco hacia los estribos) hasta la IV, y el montaje se continuó construyendo los siguientes módulos del tramo principal desde cada una de las márgenes. Para ello se dispusieron unas diagonales provisionales, de manera que el arco avanzaba en voladizo, con un tirante constituido por las vigas del tablero, y un cordón inferior constituido por las piezas del arco, vinculados entre sí con los montantes y con las diagonales. El piso y los andenes no se colocaron hasta que se hubo realizado la unión en clave, para evitar peso. Cuando se montaba el módulo VII, la palizada IV pandeó, saliéndose de la vertical unos 2 cm. Inmediatamente se enlazaron todas las palizadas de tierra entre sí por medio de arriostramientos, formados por vigas en celosía de un metro de altura y triangulando el espacio intermedio por cruces de San Andrés, con lo que se anuló la deformación. El tirante superior se ancló detrás del estribo abriendo una excavación en la que se colocaron dos gruesas placas de fundición de 3 t de peso cada una, que sujetaban un extremo de doce fuertes tirantes que, después de atravesar la roca y el hormigón con que se macizó la excavación, terminaba en dos vigas suplementarias unidas a las cabezas del puente; los tirantes en ambos extremos llevaban doble tuerca con objeto de poderlos torcer cuando fuera necesario.

FMA

Bibliografía:

Aguiló, Miguel; 2007. El carácter de los puentes españoles. ACS, Madrid, p.122-125. 

Fernández García, Miguel; 1914. Puente-viaducto de Requejo (Puente del Pino). Revista de Obras Públicas, 1914, 62, tomo I (2031): 423-428

Ribera os de AntDutaste, José Eugenio; 1914. Puente-viaducto de Requejo sobre el Duero, en Pino (Zamora). Revista de Obras Públicas, 1914, 62, tomo I (2035): 471-475.

Ribera, José Eugenio; 1905. Puentes metálicos en arco y de hormigón armado. Revista de Obras Públicas, Imprenta Hijos J. A. García, Madrid.

Valoración:


Escasa

Muy alto interés

Medio referente en la memoria colectiva

Muy singular

Conservada según proyecto original

Impulsor de la atmósfera del lugar