Descripción:

Con sus 41 m, la presa de Tibi (1594) fue la más alta de España durante tres siglos. Se empezó a construir en 1580 para regadío de las huertas de Alicante, en una cerrada de roca caliza con laderas casi perpendiculares de 9 m de anchura en la base y 57 m en coronación. La presa respondía a una iniciativa particular asumida por el ayuntamiento, quien solicitó permiso a Felipe II para su construcción. El rey encargó el proyecto a Juanelo Turriano y la obra se empezó pero quedó pronto paralizada. En 1589 se pidió ayuda financiera al rey para reanudarla, y éste accedió a adelantar los fondos que serían reembolsados con los beneficios de su explotación, quedando la presa como propiedad de los vecinos. Las obras se reanudaron en 1580 bajo la dirección del ingeniero Cristóbal Antonelli y terminaron 14 años más tarde. En 1736 se realizaron importantes reparaciones y en 1941 se selló el túnel de desagüe y se excavó uno nuevo en la roca.

En Tibi los sedimentos aumentaban rápidamente y el asunto de su limpieza periódica era crucial: en 1843, sin haberse limpiado en 14 años, el espesor de sedimentos era de 22.5 m; si se limpiaba cada cuatro años, los depósitos alcanzaban unos 12 o 15 m de espesor. Para su limpieza se utilizaba la galería de desagüe de fondo, situada en el eje de la presa. En sus 2,7 m. iniciales, la galería es rectangular de 1,8 m de ancho por 2.7 m de alto, y allí se ensancha a 3 x 3,3 m., desde donde va ensanchándose gradualmente hasta los 4 x 5,85 que tiene en el paramento de aguas abajo. De esta forma, el material expulsado por la presión del agua puede expandirse en todas las direcciones y no obstruye la galería.

La boca de este desagüe estaba taponada con una estructura de madera, que era removida pieza a pieza para su apertura. Normalmente, los sedimentos son consistentes y era necesario removerlos con una barra de hierro para que comenzaran a salir, lo que hacían de manera abrupta y violenta produciendo un ruido como de un cañonazo. Aunque parece un método bastante primitivo, visto en detalle se le encontrará bien práctico, comenta Wegmann, pero exigía vaciar gran parte del embalse con lo que a veces la operación se demoraba y los sedimentos consolidaban.

Además, la presa tiene una torre de toma con 51 parejas de agujeros de 0.1 x 0.2 m, a 0.3 m. de separación horizontal y 0.4 m. en vertical que se prolonga en una galería de toma situada al lado de la de limpieza, y dispone de una boca de salida con compuerta de bronce, de 5 cm de espesor. Originalmente, la presa no tenía aliviadero pero, en 1697, fue construido uno para evitar que la presa fuese dañada si el agua la cubría. Pero, durante las riadas de 1792, la altura del agua sobre la presa fue de 2,5 m. y "cayó sobre ella en perfecta cascada, sin dañar la estructura". La presa soportó tan bien la riada que, desde entonces el aliviadero estuvo clausurado sin ningún temor sobre la estabilidad y resistencia de la presa.

En cierto modo, Tibi fue modelo de todas las demás presas y, sobre todo, de las levantinas que fueron mejorando sus sistemas de desagüe y limpieza de aterramientos.

FMA

Bibliografía:

Aguiló, Miguel; 2002. La enjundia de las presas españolas. ACS, Madrid, p. 36-39.

Aguiló Alonso, Miguel; 2013. Qué significa construir. Claves conceptuales de la Ingeniería Civil. Abada editores, Madrid, p.104.

Arenillas Parra, Miguel; 2008. "Presas antiguas". En: Las presas en España. Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Madrid, p.60-62.

Aymard, Maurice; 1864. Irrigations du Midi de l’Espagne. Paris, E. Lacroix

Fernández Ordóñez, José A.; et al.; 1984. Catálogo de noventa presas y Azudes españoles anteriores a 1900. CEHOPU, Madrid, p.226.

Wegmann, Edward; 1888. The design and construction of dams. John Wiley and Sons, New York, 7 edition, 1922, p.56.

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