Descripción:

Formaba parte de las infraestructuras del nuevo Camino Real de Madrid a Valencia, uno de los seis itinerarios emprendidos durante el reinado de Carlos III, tras la Cédula Real del 10 de junio 1761. Este nuevo camino fue trasformado en la década de 1970 en la N-340 y convertida 20 años después en autovía.

Este puente fue muy criticado por el ingeniero A. Betancourt en la Revista de Obras Públicas, remarcando el elevado coste ya que al estar construido en azud necesitaba una inversión adicional para desviar el río. Las obras se interrumpieron el 1801, quedando inconcluso.

La obra realizada en mampostería y ladrillo tiene una longitud de 226,5 metros y 14,2 metros de anchura. En la parte central se elevan tres arcadas de medio punto de mampostería de 15,6 metros de luz cada una. El proyecto incluía doce arcadas más, seis a cada lado de los tres arcos centrales con bóvedas de medio punto de ladrillo de 3,6 metros de luz, de las cuales fueron ejecutadas tan solo seis.

Actualmente está consolidado como monumento y se ha realizado un proyecto de adecuación del entorno.

Esta obra se encuentra ampliamente documentada por ilustres viajeros que recorrieron estas tierras como A. Laborde, J. Cavanilles y P. Madoz.

FMA

Bibliografía:

Aguilar, Inmaculada; Aguiló, Miguel. 2016. Guía de puentes de la Comunitat Valenciana. Generalitat Valenciana. Ficha 50.

Valoración: