Descripción:

A raíz del soterramiento del arco oeste de la M-30 con un largo túnel desde el enlace con la A-4 en el Nudo Sur hasta el enlace con la A-5, se liberó una superficie de 120 ha, que ha permitido conectar de nuevo el río Manzanares con el centro urbano, dando continuidad y permeabilidad a ambas márgenes. Estos túneles con una sección ampliada de tres carriles continuos más ramales de entrada-salida -frente a los dos en superficie-, conviven con el metro y otros servicios, como el nuevo saneamiento de margen que recoge los vertidos de aguas residuales reduciendo el vertido de los anteriores colectores.

Las obras de soterramiento se dividen en los siguientes tramos: desde el Paseo de Marqués de Monistrol al norte hasta el Puente de Praga al sur, la Avenida de Portugal, la entrada de la autovía N-V de Extremadura y el gran nudo de San Vicente.Los cruces y nudos fueron muy complejos en el cauce del rio, y se hicieron entre pantallas de pilotes y losas superiores, con tres nivéles de túneles en algunos de ellos. Las dificultades principales de la ejecución fueron las interferencias con los túneles de metro, los cruces bajo los puentes históricos que hubo que reparar y consolidar, la realización de las obras sin interrupción del tráfico y la escasez de espacio - en el tramo Puente de Segovia-Puente de San Isidro, la distancia entre el cajero del río y las vivendas es prácticamente la misma que ocupa el túnel de soterramiento más el cajón del colector de margen-.

El proyecto de transformación urbana Madrid Río, situado sobre esta infraestructura activa, abarca diversas escalas -territorial, metropolitana, urbana, local- y 150 operaciones distintas. Parte de un paisaje artificial que es la ciudad y crea un paisaje nuevo constituido por varios micro-paisajes urbanos, en los que el río Manzanares se convierte en el eje vertebrador. Pretende incorporar elementos relacionados con el paisaje de la Comunidad de Madrid y su territorio, creando áreas de integración con la actividad humana.

El río pasa de ser un elemento de barrera a equilibrar el centro urbano. Inicia una nueva red verde conectando la ciudad con el resto de espacios verdes y se convierte en nexo de unión de un corredor ambiental de casi 3.000 ha dentro del municipio, desde El Pardo hasta Getafe, enlazando importantes áreas verdes -Casa de Campo, Parque de la Arganzuela, y Parque Manzanares Sur.

El conjunto reinterpreta (recoge) seis paisajes:

• Franja de sierra: Salón de Pinos sobre los túneles
• Viaje a Lisboa: Avda. de Portugal con tratamiento de pavimentos portugueses y cerezos,
• Línea en la Historia: se busca dar un nuevo fondo a los elementos patrimoniales existentes como el Palacio Real, Puente de Toledo, Puente de Segovia, ermita de la Virgen del Puerto, etc
• Encuentro con la ribera: en el entorno del puente de Toledo, se recupera el lenguaje barroco del puente y se traslada al suelo mediante una interpretación contemporánea figurativa del lenguaje madrileño de los setos. Un graderío permite aproximarse al río y contemplar el puente.
• Restos del río, sobre el antiguo Parque de la Arganzuela, es la intervención de mayor unidad y dimensiones. Pretende evocar el paisaje natural de la Sierra trayendo piedras como si hubieran venido rodando de las montañas. El agua aparece (fuentes, chorros, láminas de agua) y desaparece (río seco) retomando la idea de lo húmedo y lo seco que caracteriza la cuenca del centro. Este retazo de la cuenca del río cuenta con tres áreas botánicas: bosque mediterráneo, bosque atlántico y fronda de ribera.
• El agua y la sangre: Matadero. Este complejo diseñado por el arquitecto municipal Luis Bellido con la colaboración del ingeniero J. Eugenio Ribera (1907-1925), sigue el sistema alemán de pabellones aislados. Formado por 48 edificios, viviendas para empleados y capilla relacionados por medio de viales y ferrocarril propio, se incorporan al parque como nueva dotación cultural para la ciudad. Se recuperan además antiguas edificaciones, como el depósito de agua, que se incorpora como hito visual.

El río se convierte en lugar de convivencia, que recoge diversos usos recreativos, a la vez que se integra con la trama urbana de los barrios limítrofes. Se incorpora además como doble fachada inédita, pues la ciudad ya no vive de espaldas al río. En este paisaje fluvial recuperado, los puentes se convierten en nuevos hitos y adquieren una función escenográfica. Su entramado de caminos constituye un itinerario paisajístico donde el río se percibe como elemento más cercano.

Madrid Río se ha convertido en una nueva imagen urbana, ha recuperado paisajes, creado nuevos hitos, usos y actividades, permitiendo la regeneración de la zona y un mayor acercamiento social.

FMA

Bibliografía:

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Burgos, F.; Garrido, G.; Porras-Isla, F. Paisajes en la Ciudad. Madrid Río: geografía, infraestructura y espacio público. Madrid: Turner, 2014.

Hernández Lamas, P.; Rubio Gavilán, A.; Bernabeu Larena, J. Parks and Roads Build the Cities: The M-30 and Madrid-Río Project, Building Landscape. Back to the Sense of the City, 11^th International Congress Virtual Cities and Territories, 11 VCT. Krakow-Cracovia, Polonia 6-8/07/2016. Centre of Land Policy and Valuations (CPSV). Proceedings book, p.415-428. ISBN: 978-84-8157-660-3. Open access: https://upcommons.upc.edu/handle/2099/11326.

Madrid M-30. Un proyecto de transformación urbana. Madrid: Turner, 2007.

Melis Maynar, M. La construcción del Metro de Madrid y la M-30. Apuntes de introducción al Proyecto y Construcción de túneles y metros en suelos y rocas blandas o muy roras. ETS de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Cátedra de Ferrocarriles. UPM.2011. p. 957-971

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