Descripción:

En el bajo de la Cabezuela, el desarrollo industrial se había hecho presente de la mano de la iniciativa privada. El empresario santanderino Antonio López construyó un dique de carena de mampostería para atender las reparaciones de su flota. El dique se situó entre el caño de Trocadero y el castillo de Matagorda, tomando éste nombre, y fue inaugurado en 1878. Un siglo más tarde toda la zona será ocupada por el astillero de Puerto Real, con un gran dique para construir y reparar petroleros de 1.000.000 TPM, que tiene unas dimensiones de 525 m de longitud por 100 m de ancho, útiles, con un calado de 9 m en bajamar. La dársena de entrada dispone de un muelle Sur de armamento de 500 m, uno Este de 60 m y otro norte de 150 m.

El dique primitivo se construyó en sillería y mampostería, cimentándolo sobre pilotes, presumiblemente de caoba. Tiene 159 m de longitud, 27,6 m de anchura y 10 m de altura de compuertas. En su construcción se invirtieron cerca de cinco millones de pesetas. El cierre total y definitivo del antiguo astillero se produjo en febrero de 1977, apenas unos meses antes de cumplir los cien años de servicio el antiguo dique.

En 1992, Astilleros Españoles realizó la completa restauración del dique y recuperó su entorno, con el acondicionamiento de la antigua caseta de bombas como Museo del Dique con proyecto de Antonio Lopera y Juan Miguel Hernández de León. En él se guarda toda la documentación y objetos relacionados con la construcción naval y una colección de planos y maquetas de los buques construidos.

Justo al lado del dique está la factoría de Dragados, donde se construyen plataformas petrolíferas e instalaciones off-shore para la industria de extracción de crudo. Recientemente, allí se han fabricado los tramos completos del puente de Oresund, que vincula Suecia y Dinamarca a la altura de las ciudades de Malmoe y Copenhague, a donde fueron transportados por medio de barcazas.

Un poco más hacia el oeste, se construyó la ampliación del muelle de la Cabezuela, con el propósito inicial de conseguir mayor superficie de operaciones, imposibles en el puerto comercial de Cádiz. Las primeras concesiones para graneles determinaron la dedicación del puerto a este tipo de tráfico y deja poco sitio a los contenedores, que es el segmento de mayor crecimiento. El muelle linda por el norte con el río San Pedro y el parque natural deLos Toruños, y su fondo está ocupado por residencias y edificios universitarios, con lo que su crecimiento ya no es posible.

FMA

Bibliografía:

Aguiló Alonso, Miguel. 2004. Al abrigo de los puertos españoles. ACS, p. 219.

López Mondejar, Publio, ed.; Quiñoñes, Fernando; 1991. Astilleros del ayer al hoy. Astilleros Españoles, Madrid.

Martínez Vázquez de Parga, Rosario; 1996. El dique: un museo de la industria naval (Puerto Real - Cádiz). ABACO. Revista de Cultura y Ciencias Sociales, 8 (1996): 87-96.

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