Descripción:

El obstáculo fundamental causante del eterno retraso de los accesos a Galicia se acometió en agosto de 1997 y las obras se terminaron en julio de 2002. Se trata del escalón de la meseta, que se hace patente tras atravesar el Sil en Ponferrada y alcanzar Villafranca del Bierzo. Desde allí a Cereixal hay solo 53 km de nueva autopista, que precisan 41 viaductos con una longitud total de 10.726 m y seis túneles que totalizan 3.487 m, lo cual supone un 27% del trazado realizado bajo túneles o sobre viaductos.

La mayor parte de los viaductos fueron construidos con vigas prefabricadas, alcanzando luces de hasta 45 a 50 m, y los túneles fueron realizados con el Nuevo Método Austriaco, con avance y destroza posterior.

El viaducto sobre el río Narón en Piedrafita es, probablemente, el más fotografiado de todos los viaductos del tramo, por la presencia de un gran arco apuntado en el cruce del río que soporta una pila. El recurso fue desarrollado por Paul Sejourné, en su viaducto de ferrocarril de Fontpédrousse de 1908, y tiene la gran ventaja de normalizar los vanos del tablero superior. Con los actuales procesos constructivos, tanto si se trata de empuje, autocimbra, o vigas autolanzables, eso supone la total independencia del cruce, sin necesidad de realizar una costosa cimentación en el cauce. Estéticamente funciona muy bien, al proporcionar un motivo central que ordena la composición. Además, la introducción del arco ligeramente apuntado le dota de una cierta monumentalidad y lo destaca de los demás realizados en tramo recto.

Los siete túneles del tramo están dotados de avanzados sistemas de vigilancia, gestión y seguridad que se manejan desde un Centro de Control único, situado en Piedrafita do Cebreiro. Cada túnel cuenta con una estación remota que transmite la señal de telemando mediante un sistema troncal de fibra óptica.

En el siguiente tramo de Cereixal a Lugo se ubican dos viaductos sobre el cañón del río Neira, muy encajado entre altas cimas con laderas de fuerte pendiente pobladas con castaños robles y abedules. Ello llevó a diseñar un viaducto de luces grandes para evitar apoyos con sus correspondientes cimentaciones y a desarrollar un proceso de empuje desde uno de los estribos con atirantamiento por medio de torreta y cables, con el fin de evitar en lo posible afecciones al cañón. El trazado exige dos estructuras en celosía mixta, Neira I y Neira II, con luces de 57,2 +114,5 + 57,2 m y 2x95 m respectivamente, más un túnel entre ambas.

FMA

Bibliografía:

Aguiló, Miguel; 2004.Túneles y viaductos para los caminos españoles. ACS, Madrid, p. 244-246

Aguiló, Miguel; 2012.Legado y proyección de los construido en España. ACS, Madrid, p. 56-59

González del Río, Ángel; Martínez Cela, Ángel D.; 2003. Piedrafita: puentes de comunicación. Autovía del Noroeste A-6. Tramo:Villafranca del Bierzo-Cereixal. Revista de Obras Públicas, 2003, 150 (3433): 20-51

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